La Fundación participó en la restauración de varios bienes de la Cartuja de Miraflores, en virtud de un convenio de colaboración firmado con la Junta de Castilla y León, la Fundación Iberdrola, el World Monuments Fund y la Diócesis de Burgos. Su participación afectó a la restauración de los sepulcros reales, el retablo mayor y la iluminación de varios bienes de la iglesia.
La Cartuja de Miraflores fue diseñada en 1454 por Juan de Colonia. En él trabajaron los mejores arquitectos, escultores y pintores de la época, Simón de Colonia, Gil de Siloé, Pedro Berruguete... que hicieron uno de los conjuntos más destacados del arte gótico de finales del siglo XV.
La iglesia es de una sola nave, con ábside poligonal y bóvedas estrelladas. Destaca el retablo mayor, obra de Gil de Siloé y el sepulcro de planta de estrella de Juan II de Castilla y su esposa Isabel de Portugal, obra también de Gil de Siloé, esculpido en alabastro. Ambos cónyuges yacen sobre un mismo lecho con las manos entrelazadas.
El retablo de madera policromada se construyó entre 1496 y 1499. Es una obra maestra de gran riqueza ornamental y complejidad de formas y símbolos. La disposición en enmarques circulares lo dota de una singular originalidad. En el centro, la figura de Cristo crucificado se inscribe en un gran círculo, en alusión a la Eucaristía, y a los pies de la Cruz La Virgen y San Juan; Dentro, cuatro círculos más pequeños representan escenas de la Pasión, y fuera, también en círculos, los Evangelistas. En la parte inferior se representa La Anunciación y El Nacimiento y, en los laterales, están las estatuas orantes y los escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla.
Restauración de los sepulcros reales
Los sepulcros pasaron por la ocupación de la Cartuja por las tropas francesas y el saqueo en 1808. También el abandono del monasterio, en ciertos momentos constribuyó a su deterioro.
El sepulcro real es el que estaba más afectado, con cierto desorden en algunos de sus elementos como los leones y otros fragmentos. Otras partes, como la cabeza del rey y una mano estaban sueltas y todo el conjunto presentaba grietas y otros desajustes. También el polvo y la suciedad apagaron el conjunto.
El tratamiento aplicado pasó por las siguientes fases:
- Trabajos previos de estudio, documentación y análisis. - Verificación de la fijación y ubicación de los fragmentos - Limpieza - Reencolado de ensamblajes y otros fragmentos
Restauración del retablo mayor
Entre los daños que se observaron estaban las agresiones de insectos xilófagos, polvo y suciedad generalizada y desencolado de molduras y otros elementos ornamentales. En la policromía, Diego de la Cruz optó por una técnica muy refinada en aquella época que se llama brocado aplicado y que consiste en añadir una filigrana que se ha labrado por separado a los ropajes, hornacinas... Muchos de estos motivos aplicados se habían desprendido. Para representar metales se usó plata corlada (coloreada con un barniz en tonos rojos, sobre todo) y estaba muy deteriorada, al igual que los fondos azules del retablo que estaban hechos con pigmento de azurita, que capta fácilmente el polvo y la humedad y es difícil de tratar. También había daños en los dorados y las escenas de la parte baja estaban muy desgastadas. Además había elementos ajenos al retablo como clavos, cables, restos de adornos florales o elementos de liturgia.
El tratamiento aplicado pasó por las siguientes fases:
- Análisis y estudios previos - Desinsectación - Desmontaje de las piezas indispensables, bajo un criterio que no supone una intervención indiscriminada que afecte al equilibrio de fuerzas de la estructura asentado durante siglos. - Limpieza mecánica del reverso y el anverso del retablo - Consolidación estructural - Reencolado de ensamblajes y otros fragmentos - Fijación de la policromía, los dorados y las capas de preparación - Limpieza y eliminación de repintes - Estucado y desestucado - Reintegración del color | | FICHA TÉCNICATipo: Restauración (Bienes muebles) Provincia: Burgos Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico Colaboradores: Junta de Castilla y León, Fundación Iberdrola, World Monuments Fund y Diócesis de Burgos Presupuesto: 1.150.000,00 € Año de realización: 2004 |