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Castillo de Cornatel - Priaranza del Bierzo

 
Castillo de Cornatel - Priaranza del Bierzo
 

El Castillo de Cornatel, situado en el acceso natural hacia Las Médulas, es una fortaleza de la que se tiene noticia documental desde el siglo XI, aunque es posible que date de más antigüedad por su estratégica ubicación en la cresta de un alto pico que debió de ser inexpugnable.

La fortaleza está compuesta por una muralla que se recorre por un paseo defensivo, totalmente almenado  al que se accedía por medio de escaleras voladas de pizarra.

Con el paso del tiempo, Cornatel modificó su estructura para adaptarla a las necesidades de sus residentes. Por ello, perdió el carácter defensivo inicial para conseguir facilitar un uso residencial de la fortaleza, el cual mantuvo hasta el siglo XVII. En el siglo XIII fue dotado de nuevos refuerzos defensivvos y de una iglesia dentro del recinto, cuyos restos aún subsisten.

Ya en el siglo XIV, después de la incautación de los bienes del Temple, Cornatel, en manos de la familia Osorio, se convierte en uno de los principales castillos militares de sus estados, aunque sirve a la vez de residencia hasta las primeras décadas del siglo XVI mientras se estaba levantando la fortaleza de Villafranca.

 

Restauración

La intervención de la Fundación del Patrimonio Histórico ha consistido en acondicionar las ruinas para que se puedan visitar con seguridad y recuperar algunas de las estancias, una de las cuales, la llamada casa doméstica, servirá como centro de recepción de visitantes. Se ha restaurado y hecho accesible una parte del adarve, de manera que pueda recorrerse y servir como mirador. Para que todo el paseo sea seguro, se han instalado elementos de protección que eviten riesgos en las visitas turísticas. Ahora, además, se señalizará todo el recorrido con información detallada sobre el castillo.

La intervención ha afectado a tres de los edificios principales que forman parte del castillo:

- Excavación y recuperación del nivel inferior de la sala principal o parte noble de la zona residencial, que está a la derecha de la puerta del castillo. Para esto, se ha aprovechado el zaguán y la escalera que se han encontrado en las recientes excavaciones.

- La Torre del Homenaje se ha incluido en el recorrido, para lo que se han recuperado los suelos que permiten conectarla con el adarve. 

- Finalmente, en la casa doméstica se ha reconstruido el tejado y el piso intermedio, después de reconstruir y consolidar los muros de su perímetro, que estaban apuntalados. Estas dependencias, que eran las destinadas a la cocina y otros trabajos domésticos, se han convertido en la zona por donde los visitantes accederán al castillo y tendrán el primer punto de contacto con su historia.

 

La excavación arqueológica

Las excavaciones arqueológicas han sido sumamente importantes en esta intervención. Consistieron en limpiar, desescombrar y descubrir parcialmente las estructuras soterradas del castillo. Estos trabajos sirvieron para asesorar sobre la historia del edificio a quienes tenían que abordar el acondicionamiento y recuperación de algunas de sus estancias. 

Los arqueólogos que trabajaron para la Fundación dieron con restos de un castillo anterior al de Cornatel en este lugar. Esta hipótesis concuerda con la tradición que sitúa en este paraje el castillo templario de Ulver, sobre cuyos restos se habría levantado el de Cornatel. Entre estos vestigios de las fases más antiguas en la construcción del castillo de Cornatel, los arqueólogos identificaron en sus excavaciones una estructura maciza de piedra que se usó como base para apoyar las habitaciones. Estos hallazgos pueden datarse a finales del siglo XII o principios del siglo XIII.

Se retiró el escombro interior del castillo -salvo la llamada Casa Colgante- en las zonas que corresponden a la fortaleza bajomedieval del Conde de Lemos, tanto domésticas como "nobles". Esto reveló la fisonomía, los afloramientos de roca originales y algunas nuevas estructuras.

Los investigadores documentaron estructuras previas a las dependencias que construyó el Conde de Lemos en el siglo XV: un fuerte basamento, o plataforma de piedra y cal, que proporcionó asiento al castillo y al que se adosaron las construcciones bajomedievales y la muralla que recorre el cerro.

Se encontraron nuevos restos de los accesos a la planta baja de la sala principal de la vivienda del Conde, en concreto, la escalera de entrada y las dovelas del arco de la puerta. Este detalle es interesante porque el saqueo de piedra a que ha estado sometido secularmente el lugar hacia complicado localizar piezas de la cantería noble del edificio.

Se reconocieron algunas de las reformas que sufrió el castillo después de su abandono, como la división de las grandes estancias con muros de precaria construcción para obtener recintos de uso ganadero.

Al limpiar y desescombrar la zona doméstica, cerca de la entrada original del castillo, que alberga ya el punto de recepción de visitantes, se comprobó que el suelo era de roca irregular. Esta circunstancia debió de condicionar notablemente su uso -probablemente, como almacén subterráneo o bodega-. También se supo que, al lado, había un aljibe para recoger el agua de lluvia de los tejados contiguos. Dentro, se conservan restos del revoco con coloración roja.

Otro aspecto destacable son los mechinales -huecos en la pared para encajar las vigas- que sujetaban los adarves volados originales. Su documentación ha servido para situar con fidelidad las pasarelas sobre las murallas, que recorrerán los visitantes de la fortaleza.

Las excavaciones han hecho patente la magnitud de los socavones y agujeros de expolio que, durante siglos, han causado las rebuscas de quienes creían que había grandes tesoros ocultos en las ruinas. Auténticos pozos y zanjas de saqueo han perforado inútilmente muros muy gruesos. Esto ha causado numerosos desperfectos y supone la pérdida irremisible de información histórica. Las leyendas en torno a los castillos y, en este caso, las fábulas sobre los Templarios y el Santo Grial han alimentado estas aficiones furtivas e ilegales. A ello se suma el expolio de la piedra para usos particulares, que agrava el proceso de ruina haciendo desaparecer las piezas decorativas o heráldicas, los marcos de puertas y ventanas, dinteles o sillares.

 

Mejoras en el proyecto

El proyecto de consolidación y adecuación del castillo se modificó para incluir algunas nuevas intervenciones y completar otras ya planteadas en el proyecto inicial, a tenor de las necesidades que la evolución de la obra ha ido planteando. 

En las excavaciones arqueológicas se documentaron los restos de una pequeña torre exenta, dentro del recinto, que ya se adivinaba antes. Su limpieza ha permitido conocer su fuerte estructura y su planta rectangular, con afloramientos de roca en el piso inferior. Los especialistas la interpretan como una obra medieval antigua, anterior al castillo que vemos hoy y asociada al inicio de la fortificación del cerro. La modificación del proyecto ha incluido esta torre, cuyas paredes exteriores aparecen parcialmente robadas. La Fundación la ha rematado hasta igualar la altura que conserva, bajo el mismo criterio de actuación que se sigue en el conjunto del castillo.

El adarve de madera previsto en el proyecto inicial se ha adaptado a las cotas y a las estructuras que aparecieron al retirar los escombros. Esto se decidió, especialmente, para poder bajar a dos habitáculos que se encontraron al excavar y se ha completado con una barandilla de seguridad, igual a la del resto del recorrido.

Dentro de la casa doméstica apareció un gran basamento de roca, que obligó a replantear el recorrido inicial hasta la escalera que sube a la planta primera. La modificación del proyecto supuso añadir una estructura de madera para salvar este obstáculo. Esta estructura no se apoya en él, sino en los muros, de modo que lo deja a la vista.

Finalmente, en la sala anexa a este espacio, que se usaba como aljibe, las excavaciones alcanzaron una profundidad tal que desde el espacio que proponía el proyecto inicial, sólo cabía asomarse. Ahora, se ha hecho una pequeña pasarela de madera para que se pueda contemplar este hueco desde dentro.

 
 

FICHA TÉCNICA

Tipo: Restauración (Bienes Inmuebles)
Provincia: León
Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico

Colaboradores:

Diputación provincial de León y ayuntamiento de Priaranza de El Bierzo.

Presupuesto: 1.123.000,00 €

Año de realización: 2001

 
 

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