La documentación recoge por primera vez este nombre en la confirmación de la donación de Santa Eugenia de Cordovilla en 1118, en la que aparece como confirmante un tal Analso de Cillamayor. En su estudio sobre el románico palentino, el profesor Miguel Ángel García Guinea hacía referencia, a su vez, a un documento de 1285 en el que se nombra la iglesia, en un privilegio concedido por el Rey Sancho IV al Abad premostratense de Aguilar, cediendo a este monasterio determinados lugares y bienes, entre ellos parte del templo de Cillamayor y los vasallos del mismo lugar. La iglesia, bajo la advocación de Santa María la Real, cuenta con la declarción de Bien de Interés Cultural. De nave rectangular, el templo se divide en cuatro tramos, con ábside semicircular precedido por presbiterio rectangular y portada abierta al sur. Toda la fábrica original se erigió en sillería arenisca, de tamaño regular y bien escuadrada. La separación entre la cabecera y la nave se realiza mediante un arco triunfal de medio punto, apoyado en semicolumnas adosadas a pilastras con interesantes capiteles y cimacios. El ábside semicircular presenta bóveda de horno ligeramente apuntada, en tanto que el presbiterio y la nave se cubren con bóveda de cañón apuntada en el presbiterio. Como es habitual, una hilera de canecillos decora el alero que recorre el perímetro exterior del ábside, mientras que el nivel inferior se ve subrayado por un pequeño zócalo o podium bajo. Este ábside semicircular es común y característico a toda la geografía del norte de Palencia y Burgos. De las tres entradas que debió poseer el edificio, en el momento de la intervención, tan sólo se conservaba una medieval -de fines del siglo XIII o inicios del XIV- formada por un arco de medio punto rodeado de triple arquivolta que descansa en jambas de codillo. En el muro norte, se apreciaban restos de arquivoltas y de uno de los capiteles de una desaparecida portada románica, que García Guinea atribuía a un posible carácter conventual y que fue "rescatada" durante la actuación. Intervención La intervención se centró en la restauración del pórtico y la torre; así como en el rejuntado exterior de sillares, sustituyendo el cemento, por un mortero más acorde con la historia y la evolución del templo. En el interior de la iglesia se desmontó la tarima para sacar a la luz el antiguo solado de piedra y se renovaron los sistemas de iluminación y sonido adaptándolos a la estructura del edificio.
Bienes Muebles Se restauraron tres tallas de madera policromada. La primera y principal, la titular del templo, Santa María la Real, una imagen sedente de época gótica (siglo XIV), que representa a la Virgen con el Niño. Junto a ella, la talla de un San Roque del siglo XVIII y un Cristo crucificado de estilo barroco, fechado entre los siglos XVI y XVII.
Entornos Sin duda, la actuación más destacada en Cillamayor fue la realizada en el entorno del templo, que sirvió para sacar a la luz y revalorizar la portada románica oculta en el muro norte del edificio, compuesta por cinco arquivoltas de medio punto, de caveto y dosel, sobre capiteles toscamente tallados con decoración figurativa, rodeada además por una necrópolis medieval. Para resaltar el valor de este hallazgo se recurrió a la iluminación, que sirve de guía a la mirada crea una atmósfera de diálogo con el edificio.
Más información | FICHA TÉCNICATipo: Restauración Promotores: - Junta de Castilla y León Colaboradores: - Obispado de Palencia Premios: - Accésit en la categoría de Diseño de espacios urbanos, jardinería y paisajismo, en la VII edición de los Premios de Arquitectura de Castilla y León 2008 Año de realización: 2006 |