 El también llamado Puente de Piedra, declarado Bien de Interés Cultural en 2009, es una de las imágenes más representativas de Toro. Se construyó entre los siglos XII y XIII, con 22 arcos y una calzada de grandes losas de piedra. Las modificaciones de los siglos XVI y XVII hicieron desaparecer gran parte de la obra original. Actualmente, acusa un deterioro grave.
Plan Director
La Fundación del Patrimonio ha redactado el Plan Director que refleja las necesidades y prioridades de intervención para recuperar el Puente de Toro, en una serie de propuestas de restauración y de puesta en valor de su entorno urbano y natural, con el objetivo de renovar su diálogo con la localidad.
Estudios previos
Para la redacción del Plan Director del Puente de Toro, se realizaó trabajos complementarios como un apoyo topográfico, un estudio geotécnico, otro de materiales, una investigación arqueológica y lectura muraria, un estudio histórico y una evaluación estructural. A la entrada el puente, los arqueólogos descubrieron una estructura arrasada, de finales de la Edad Media o principios de la Edad Moderna, que puede ser fruto de una reparación o de una antigua construcción o torre. También se descubrió un pavimento de grandes losas repuesto en época contemporánea con losas antiguas. Además, se documentaron las cuevas talladas en la roca a la entrada del puente. Los investigadores creen que pudieron usarse para curtir pieles. Otros sondeos revelaron reparaciones en los cimientos y rellenos de hormigón del siglo XX que eliminan posibles pavimentos anteriores. No se hallaron pruebas arqueológicas de la existencia de un puente romano anterior ni de materiales de esa época reaprovechados. Del primitivo puente tardorrománico, construido entre finales del siglo XII y el primer tercio del siglo XIII, probablemente siguiendo el modelo del Puente Nuevo de Zamora, se conservan pocos elementos. Al modificarse el cauce en el siglo XIV, el Puente Mayor de Toro experimentó una profunda transformación. Por necesidades hidráulicas, se hace un muro-presa y se prolonga el puente hacia el sur con un muro que funciona como dique en un nuevo tramo llamado Los Cinco Pilares. Tras un parón en las obras, entre el Medievo y la Edad Moderna, se acometen nuevas intervenciones de consolidación y se construyen cuatro arcos más con sus bóvedas. En época moderna, se introduce la piedra caliza, las antiguas bóvedas apuntadas se sustituyen por bóvedas de cañón y los tajamares alcanzan la mitad de la altura de las pilas. Entre los siglos XVI y XVII, se reconstruyen cuatro ojos y tres arcos y se amplía el muro de contención del río. A comienzos del siglo XIX, las tropas napoleónicas vuelan dos arcos, que no se reconstruyen hasta finales de siglo. También se introducen los tajamares semicilíndricos que suben hasta alcanzar dos tercios de la altura de las pilas y se renueva el pretil. Las actuaciones más recientes, en los años 80 y 90 del siglo XX, rodean con una losa de hormigón toda la estructura, reconstruyen muchos tajamares y recalzan los cimientos de varias bóvedas. Durante estos trabajos, una fuerte crecida arruinó una vieja bóveda medieval y tuvo que reconstruirse. | | FICHA TÉCNICATipo: Restauración (Bienes Inmuebles) Provincia: Zamora Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico Colaboradores: Ayuntamiento de Toro Presupuesto: 80.000€ Año de realización: 2009 |