Ramón Menéndez Pidal destaca entre las iglesias y edificios paleocristianos de España cuatro, a los que clasifica como martiriales porque en ellos se conservaban reliquias de los mártires y, entre éstos, la iglesia de Marialba de la Ribera es la mayor conocida en la Península. Otros historiadores la consideran una de las primeras arquitecturas paleocristianas de la Hispania romana del siglo IV. El templo se construyó en dos fases. La primera fase de construcción sirvió para levantar una nave con ábside de herradura y cubierta a dos aguas y, después, se transforma en una planta centralizada, cubierta con una cúpula o bóveda de arista. También disponía de un nártex (atrio o vestíbulo propio de este tipo de inmuebles) y una piscina bautismal.
La excavación de la Fundación del Patrimonio Histórico tenía por objeto mejorar el conocimiento de este edificio que arranca en época tardorromana y revela información valiosa sobre el tránsito a la Edad Media, además de plantear soluciones para el proyecto global de adecuación para la visita del yacimiento, protección de sus restos y divulgación de su significado histórico.
Estudio arqueológico
Se han aportado nuevos datos sobre la basílica de Marialba tras excavar 2.000 m2: más de 5.800 registros específicos que describen todas las acciones en el yacimiento a lo largo del tiempo; 237 enterramientos, con restos de 282 individuos; más de 3.400 fragmentos de cerámica y cerca de 2.500 fragmentos no cerámicos (metal, vidrio, azabache, monedas, decoración, ladrillos, tejas, piedras y fauna). La investigación pone de manifiesto que el edificio se construyó sobre un lugar sin construcción o asentamiento previo y aislado, es decir no formó parte de otro complejo, como una villa romana, tal como indicaban algunas hipótesis. Los hallazgos acrecientan el carácter monumental del edificio, como una construcción muy ambiciosa, exenta, muy visible a una gran distancia y próxima a la vía romana que salía de Legio hacia Lancia y la meseta.
La basílica se dotó con unos cimientos de una potencia inusual, de 2 metros de ancho. El aspecto más novedoso es la secuencia histórica de ocupaciones en un gran yacimiento arqueológico que revela una extensión mucho mayor de la supuesta hasta hoy, llegando hasta 750 o 1.000 metros hacia el norte del templo.
Los restos más antiguos corresponden al siglo IV y los más recientes al siglo XIII. Las investigaciones apuntan un uso religioso y funerario del edificio desde sus primeros momentos hasta la Baja Edad Media. La zona aledaña a la basílica pudo estar habitada y cultivada desde la Alta Edad Media. Se han descubierto muros que pudieron formar parte de un asentamiento agrario anexo al templo, un pozo con brocal e, incluso un horno, quizá de uso metalúrgico dentro de lo que fue la basílica. Los arqueólogos piensan que, en torno al siglo XIII, comienza a desmantelarse el complejo religioso. En Marialba de la Ribera se reutilizaron piezas de construcción procedentes de algún asentamiento militar romano próximo, de entre los siglos I y III, porque hay fragmentos de tejas con sellos incompletos de la Legio VII. Resulta significativo el hallazgo de más de 400 cuentas de vidrio enhebradas en collares en siete tumbas, todas ellas medievales y de niños.
Prospección geofísica
La Fundación ha hallado restos de construcciones interesantes soterrados al norte de la zona protegida por la declaración de Bien de Interés Cultural del yacimiento, tras estudiar una de extensión de 8.000 m2 a los pies y en el costado oeste de la basílica con dos técnicas. En primer lugar, se delimitó mediante una prospección magnética el espacio de mayor densidad de construcciones. Después, se estudiaron con georradar las zonas indicadas por la primera prospección como de mayor interés arqueológico. Ambos sistemas proporcionan un mapa aproximado del subsuelo sin necesidad de excavación. La alta densidad de estructuras detectadas en la mitad occidental de la zona prospectada supera las expectativas iniciales del estudio y hace suponer que se extiendan más allá de la zona delimitada por la protección del BIC. Las investigaciones muestran que los restos hallados en la zona norte del área prospectada se corresponden con un hábitat romano importante que pudo dar origen a la basílica de Marialba. El modelo de ocupación de este yacimiento sugiere una distribución similar a la villa de Carranque (Toledo) con núcleos edificados exentos, conectados por caminos, dejando un espacio libre entre éstos y la basílica y su necrópolis. En el costado oeste de la basílica hay señales abundantes que podrían indicar la continuidad de su necrópolis medieval.
Estudio antropológico
La Fundación ha realizado un estudio antropológico de 26 (11%) de las 237 tumbas halladas, los restos de mayor antigüedad: 16 individuos inhumados en tumbas tardoantiguas -14 visigodos y dos en tumbas tardorromanas, de estructura de ladrillo y tipo capuccina- y 10 tumbas altomedievales, con restos de 11 personas. En las inhumaciones tardoantiguas, el 80% de los restos se encontraron completos. La mayor parte corresponden hombres adultos, aunque hay también cuatro mujeres y niños en la muestra. La estatura media de los hombres en este grupo era de 1,66 metros y la de las mujeres de 1,56 metros. En las inhumaciones altomedievales estudiadas, el 90% de los restos se encontraron completos. En su mayor parte, eran de hombres adultos, aunque hay tres mujeres, dos jóvenes y un niño. Más del 80% de los individuos estudiados presenta algún signo de patología, algunas poco comunes, como tumores óseos benignos o perforaciones en los cráneos. La mitad de los individuos analizados refleja alguna patología en las vértebras de tipo degenerativo y tres casos de fusión de la última vértebra lumbar al sacro, algo inusual en poblaciones arqueológicas. Las enfermedades en los huesos de brazos y piernas, como la artrosis, se revelan más comunes en la población tardoantigua examinada que en la altomedieval. | | FICHA TÉCNICATipo: Restauración (Bienes Inmuebles) Provincia: León Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico Colaboradores: En este estudio, la Fundación del Patrimonio Histórico ha contado con la colaboración del Ministerio de Fomento, a través del 1% destinado a proyectos culturales. Presupuesto: 250.000 € Año de realización: 2006 |