La Fachada Rica es la imagen visual de la Universidad de Salamanca y uno de los principales atractivos de la ciudad del Tormes. Paradigma de las llamadas fachadas inorgánicas, o tapiz, una de sus principales características es la extraordinaria calidad artística de la decoración que cubre toda su superficie, rasgo inherente a la arquitectura española del Primer Renacimiento, también llamado Plateresco.
Construida en la omnipresente piedra de Villamayor, la fachada es un monumento vivo, que suscita la curiosidad de estudiosos y profanos, un espacio cargado de significado, un panegírico a sus promotores, a la monarquía, a la universidad y a los propios constructores, que alberga, no obstante, innumerables incógnitas como la fecha de su construcción o el nombre de sus autores ideológicos y materiales.
Una determinación constante durante la redacción del proyecto de restauración de la Fachada Rica ha sido considerar el ámbito de la intervención más allá de su lienzo principal, extendiéndolo al volumen completo del conjunto que avanza desde el edificio antiguo de la Universidad.
No en vano, la decoración forma un todo con la arquitectura de la que participa y del que no se debe segregar. Más aún cuando el muro de la fachada cierra espacios tan emblemáticos como la sala de manuscritos e incunables, que atesora algunos de los ejemplares más importantes de la biblioteca salmantina, legajos cuyos autores han servido de inspiración en el diseño de la lona de obra.
Antecedentes
El proyecto de intervención comenzó a fraguarse en febrero de 2011. Una actuación integral que, desde su origen, ha buscado la colaboración interinstitucional y la participación público-privada.
En un primer momento, la Universidad de Salamanca y la entonces Fundación del Patrimonio Histórico, gracias a la colaboración de ENUSA, realizaron los estudios previos necesarios para diagnosticar y documentar el estado real de la fachada, contribuyendo así a su mejor conocimiento.
Gracias a esos primeros estudios se pudo conocer con precisión el estado real del monumento para redactar un proyecto de intervención adecuado a sus necesidades y afrontar la actual fase de restauración, propiciada por la propia Universidad y la Junta de Castilla y León, en colaboración con la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.
Estado de conservación
Los múltiples análisis petrológicos y estructurales realizados durante la primera fase del proyecto sirvieron para caracterizar materiales, concretar lesiones y establecer un primer diagnóstico sobre el estado de la Fachada.
La principal conclusión fue que el espacio presentaba un buen estado de conservación, aunque se detectaron algunos errores de planteamiento o ejecución, desplomes históricos, que, aún así, no constituyen un riesgo estructural.
Lesiones en la piedra, provocadas, entre otros motivos, por los cambios bruscos de temperatura, así como daños ocasionados por la humedad, localizados fundamentalmente en la parte baja y en la coronación del muro son junto a algunas fisuras y grietas las principales patologías de la fachada, a las que se suma la suciedad generalizada y los depósitos orgánicos e inorgánicos. Lesiones que se aprecian también en la ornamentación escultórica del conjunto, que ha sufrido pérdidas de volumen y material. Un cuadro de patologías que se completa con la deficiente estanqueidad de la cubierta y el mal estado de los canalones y bajantes.
Restauración
Atendiendo a los resultados de los estudios previos, se redactó el proyecto de intervención en la fachada. La actuación se basa en el máximo respeto a la historia del edificio. Para lograrlo se cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales, que trabajan con métodos y materiales estables, reversibles y homogéneos, documentando cada paso de su intervención, que se concreta en:
Arquitectura
- Limpieza de depósitos y eliminación de costras.
- Instalación de una combinación de sistemas para evitar la presencia de aves.
- Consolidación de piedra, saneados de juntas, rellenos de grietas y reposiciones de grapas en la crestería.
- Modificación de la solución actual de la cubierta, sustituyéndola por una más eficiente energéticamente, que mejore la evacuación de agua y facilite el mantenimiento.
- Mejoras en la impermeabilización y evacuación de agua de las cornisas.
Escultura
- Protección de la crestería con morteros hidrófugos, tratamientos de sales, reintegraciones, consolidaciones de piedra, rellenos de grietas y juntas abiertas, reposiciones de grapas.
- Eliminación de morteros acrílicos en peligro de desprendimiento y sustitución por morteros tradicionales con base de cal.
- Armonización cromática del conjunto
Conservación y difusión
El proyecto contempla la monitorización interior y exterior del espacio, mediante la colocación de sensores ambientales y estructurales que permitirán conocer el comportamiento del conjunto en relación con el clima. En concreto, se ha instalado una estación meteorológica, así como sensores orientados al control de parámetros de temperatura, humedad, luminosidad, CO2 o radiación solar y un fisurómetro para el control estructural.
Los dispositivos de control ambiental se han ubicado a distintas alturas para poder observar el comportamiento de la fachada en sus diferentes niveles. Los datos arrojados por los sensores facilitarán la conservación y mantenimiento del espacio.
Del mismo modo, se mantedrá el programa de difusión con el punto de información de la Plaza de las Escuelas, con la organización de jornadas especializadas y con la planificación de visitas técnicas. Además, la Junta de Castilla y León está trabajando para proponer a la UNESCO la inclusión de la Universidad de Salamanca en la declaración de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.
| | FICHA TÉCNICATipo: Restauración (Bienes Inmuebles) Provincia: Salamanca Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico Promotores: - Junta de Castilla y León
- Universidad de Salamanca
Comité Científico: Javier Rivera Blanco, José María García de Miguel, José María Martínez Frías, Milagro Burón Álvarez, Carlos tejedor Barrios
Redacción de proyecto:
Alberto García Gil. Arquitecto.
Jesús García Maldonado. Arquitecto Técnico.
José Ramón Blanco Martínez. Restaurador.
Dirección de Obra: Alberto García Gil, Eduardo Dorado, Jesús Castillo Oli, Joaquín García Álvarez.
Dirección de la Ejecución de la Obra: Jesús García Maldonado, Carmen Gutiérrez Martí.
Dirección de la restauración: José Ramón Blanco Martínez.
Estudios previos
Levantamiento: INZAMAC.
Petrología: Grupo Arbotante.
Lectura de paramentos: Ignacio Murillo Fragero.
Estudio constructivo: Rodrigo de la Torre.
Georradar: Geotransfer.
Estudio biológico: Eva Barreno y Rakel Flores.
Colaboradores: ENUSA
MHS
Telefónica
Patrimonio Inteligente
REARASA
2001 Técnica y Artesanía
Amilcar
Amtel
Grupo 4 M
INGESCO
Servicios y Repuestos José Miguel Presupuesto: 587.000 euros Año de realización: 2011-2016 |