 Este notable edificio románico, declarado Monumento Nacional en 1931, se sitúa en el Valle de Mena, en un ramal del Camino de Santiago. Por sus rasgos arquitectónicos se fecha su construcción en la segunda mitad del siglo XII. No se conserva apenas documentación que acredite la historia de este monumento, tan solo se cita en el libro de las Bienandanzas e Fortunas, que durante los siglos XIV y XV recoge la vida y costumbres de las gentes de esta zona, y se sabe a través de él que a mediados del siglo XIV la Iglesia era propiedad de la familia de los Salazar. Presenta una sola nave rectangular rematada en un ábside semicircular típicamente románico y dividida en dos tramos: el primero cubierto por bóveda de cañón reforzado con arcos fajones, el segundo, rematado por una bóveda de crucería. La torre de base cuadrada, es un añadido del siglo XIX. La escultura de los capiteles tiene la particular fuerza simbólica del siglo XII. Los brazos del crucero son dos edículos de gran riqueza decorativa en los curiosos relieves de los capiteles, poseen su propia bóveda y son sin duda lo más interesante de esta pequeña joya. En el edículo del muro norte hay una diminuta escalera por la que se accede a una puerta que daba entrada a un coro que existió. En el interior de este edículo hay tres arcos más pequeños apoyados en ábacos con capiteles de gran belleza. El primer arco lleva guardapolvo y se posa sobre capiteles con una representación de una flor, y en el otro una lucha entre caballeros. El segundo arco es polilobulado y en su tímpano se representa a un ser demoníaco engulléndose una serpiente; el lóbulo lleva decoración de conchas y se apoya en un capitel que muestra dos figuras sentadas. La tercera arcada representa a Cristo sacerdote tentado por el demonio. El edículo del muro sur presenta como elementos a destacar tres capiteles sobre fustes cilíndricos en los que se apoyan dos arcos de medio punto, divididos en dos grandes lóbulos, en uno de los cuales hay una cara que emerge de un ataúd o de un punto de vigilancia. En el interior del edículo se representa a Santa Juliana con el demonio que intenta levantarla la falda. Se completa con capiteles riquísimos representando rostros humanos, una cabeza deforme y una mujer con siete cuernos y cola de serpiente, símbolo de los siete pecados capitales. En cuanto al ábside consta de una doble y bellísima arquería. Las arcadas son dos series de siete arcos de medio punto y con esbeltas columnas. Debajo de la ventana cuadrangular cegada del muro norte hay una imposta gruesa y adornada que la separa de dos arcos lobulados. El mainel que soporta estos arcos tiene un fuste completamente tallado en el que se representan las siguientes escenas: la Redención por medio de un pelícano, la Tentación con el Demonio y el Pecado de Adán y Eva. Hay en el edículo otros dos arcos de medio punto, uno de los cuales tiene pequeños arquitos en los que se representan las cabezas de los Ancianos del Apocalipsis. En la arquería baja, la escultura de los capiteles representa el Pecado de Adán y Eva, la lucha de David con su honda sobre Goliat, que extraña ya que aparece a caballo. Otro recoge la leyenda de un joven ahorcado injustamente en Santo Domingo de la Calzada. Otros capiteles contienen figuras entre grandes tinajas, cabezas de felinos, leones enfrentados, decoración vegetal, etc.
Restauración
Las intervenciones que se han llevado a cabo han sido las siguientes:
- Drenaje natural en fachada. - Consolidación del entorno del ábside y recalce de su cimentación con apeos previos. - Reposición total de cubiertas y del entramado de la torre. - Reposición total de solados interiores e exteriores. - Restauración de fábricas exteriores y de carpinterías con sellado de agrietamientos. - Limpieza general del exterior, interior y del entorno del monumento. - Consolidación y restauración de elementos ornamentales interiores.
| | FICHA TÉCNICATipo: Restauración (Bienes Inmuebles) Provincia: Burgos Proyecto: Santa María la Real del Patrimonio Histórico Presupuesto: 180.170,95 € Año de realización: 1998 |